Los
profesores de español siempre buscamos la mejor fórmula para que
nuestros estudiantes de español aprendan de la forma más óptima
pero también que se diviertan y lo pasen bien mientras lo hacen.
Para ayudar a profesores y estudiantes, onspanishline.com te ofrece
ahora las 7 claves para que tu estudiante de español no se aburra.
1-
Tu
humor y tu estado de ánimo
Esto
parece obvio pero generalmente no lo es. Empatizar con nuestros
estudiantes es fundamental para crear un clima tranquilo y agradable
que facilite la buena práctica de nuestra enseñanza. Por supuesto,
todos somos humanos y tenemos malos días, nos ponemos enfermos o nos
acontecen problemas diarios que nos afectan a nuestro humor, sin
embargo tenemos que procurar dejar de lado todo lo negativo que nos
ocurre y pensar en positivo desde el minuto 0 de nuestra clase.
2-
Ser
activo y dinámico
Cada
estudiante es una persona y cada persona es un mundo. Estudiar
español es una actividad en la que debemos pensar, reflexionar,
escribir, leer, hablar, escuchar y todo lo que conlleva la
comunicación. Para ello, somos muy activos y dinámicos con nuestros
estudiantes, ofrecemos diferentes opciones, diversas herramientas y
nos adaptamos a la mejora personal e individual de cada estudiante,
procurando que vean y comprueben de primera mano cómo somos nosotros
activos y dinámicos para que ellos se lo tomen de la misma manera.
3-
Enfoque
por tareas
Este
enfoque en metodología tiene ya algunos años y seguro que muchos de
vosotros, profesores y estudiantes, conocéis de lo que hablamos. El
enfoque por tareas pretende que el estudiante aprenda a través de la
consecución de diversas actividades. No se trata de rellenar huecos,
aprender canciones o memorizar verbos, sino de que los estudiantes
sean capaces de afrontar situaciones concretas como, por ejemplo,
escribir un email de manera formal, llamar por teléfono a una
compañía para quejarnos por su servicio, recomendar ir a un médico
a un amigo, etc.
En
el Plan Curricular del Instituto Cervantes podéis ver todas estas
tareas por niveles.
4-
Enfoque comunicativo
Exactamente
igual que el anterior, no es nada nuevo y cada vez está más
asentado. Aprender español o cualquier otra lengua solo hablando
parece tarea ardua y complicada pero no lo es si lo hacemos bien. La
idea es algo más que aprender solamente con la conversación, se
trata de conseguir las tareas y logros que se refieren
específicamente a la parte comunicativa. Hay millones de estudiantes
en el mundo que no necesitan la gramática o la escritura, pero si
les hace falta conocer cómo abrir una cuenta bancaria, cómo pedir
algo en un supermercado o cómo pedir en un bar o restaurante, es
importante que prestemos atención a que el estudiante de español
pueda hacer esto.
5-
Ser puntual (nosotros y nuestros objetivos)
Parece
que los españoles somos impuntuales por genética. Da igual que sea
una clase online o en vivo, hay estadísticas que nos dejan muy mal
parados. Los estudiantes de español, y por lo tanto extranjeros,
suelen ser muy puntuales sobre todo si hablamos de naciones como
Alemania, Suiza, Reino Unido, Holanda, Bélgica y países
escandinavos. Nuestra puntualidad nos aporta profesionalidad. Pero
también tenemos que cumplir con nuestros objetivos, si un estudiante
lleva 100 horas de clase y todavía no conoce bien usar el presente,
por ejemplo, no estamos haciendo bien nuestra enseñanza del español.
6-
Materiales y recursos
Siempre
preparado. Nuestros estudiantes agradecen mucho cuando ven que hemos
pensado en ellos y hemos preparado algún material y recurso para
mejorar aquello que hemos considerado importante. En todo momento
funcionan destrezas como la pronunciación y la gramática, pero es
importante que si un estudiante nos pide mejorar una parte de su
español o si nosotros acordamos con ellos en qué se puede mejorar,
tengamos actividades propias o no, libros, webs, audios, vídeos.
Todo es poco y todo no siempre funciona, es decir, si has intentado
que un estudiante aprenda “Me
gusta” con una actividad pero no lo ha aprendido, no pasa nada,
prueba con otro material, con otro recurso hasta que lo consiga.
7-
Adaptación de necesidades
Es
primordial adaptar nuestra enseñanza al perfil del estudiante que
tenemos. No podemos trata de la misma manera a una estudiante china
de 18 años que a un estudiante americano de 60, por ejemplo. Otro
ejemplo, un alumno que quiere aprender español para trabajar y otra
alumna que quiere español para viajar y hacer turismo por España.
Si hacemos siempre lo mismo para todos los estudiantes vamos a caer
en el aburrimiento. Si puedes, llévate al estudiante a tu terreno. A
mí me encanta Lorca y el flamenco, la gastronomía y la literatura,
así que preparo actividades y adapto los objetivos tratando estos
temas, porque se me nota en la cara y en mi expresión lo que estos
ámbitos me producen emocionalmente, así creamos interés al
estudiante. Por otro lado, y todavía más importante, aplica la
misma estructura con los gustos de tus estudiantes. A mí no me gusta
la fiesta de los toros y tampoco la semana santa, sin embargo si
tengo estudiantes a los que les gusta, hablamos de ello y lo tratamos
en actividades y contenido. Nos tenemos que adaptar.
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